Imaginado por J.J Abrams y escrito por Doug Dorst, S. el barco de Teseo es el libro de Schrödinger. Al igual que el gato dentro de la caja, una vez que abres el sello de su funda, es a la vez libro y no libro.
Cuando en la caja está el gato, tenemos un libro escrito por V. M Straka, un autor misterioso del que no hay muchos más datos, salvo que encandila a miles de personas con sus textos revolucionarios. Con S. el barco de Teseo como metacentro de la trama, se nos plantea una trama en la que dos personas tratan de desentrañar el misterio sobre la figura de Straka, y que va evolucionando en una espiral filosófica a través de la cual ¿entendemos? el pasado y futuro de Eric y Jennifer.
Cuando no hay gato, estamos antes una experiencia absolutamente metaliteraria. Con la excusa de utilizar una herramienta física parecida a un libro, se nos presenta una narrativa que derriba la cuarta pared. Es lo que en videojuegos de mundo abierto se suele llamar narrativa emergente. Se argumenta fuera del argumentario. Se presenta fuera de las presentaciones. Se explica sin explicar. ¿Hay gato o no hay gato? What you see is not what you get.
No les voy a contar nada más, ni del contenido ni de lo que hay dentro de la cuarta o quinta pared física, porque sería joderles las experiencia. Si quieren probar algo diferente, léanlo. Tóquenlo. Investíguenlo. Huélanlo.
No es solo un libro, es una experiencia diferente. No es la mejor, pero es buena.
No es el barco de Chanquete, pero tampoco es Garfield.